Un lucrativo negocio nacido al calor de las pretensiones imperiales de acabar por cualquier vía con la Revolución Bolivariana, en este nuevo emprendimiento la clave es ser "vocero" "representante" o "líder" de la oposición en cualquier modalidad.
Millones de dólares se han invertido, bueno más bien, millones de dólares se han perdido, o más bien se han desviado a cuentas personales de estos oscuros personajes, que frente a las cámaras hablan de libertad y democracia, y al apagarse los reflectores su única y verdadera ambición es monetarizar su participación.
Ganar elecciones no es una opción para ellos, porque eso los convertiría en Gobierno, con las competencias y responsabilidades inherentes al cargo. Ellos prefieren el ejercicio irresponsable de la política, unos piden sanciones, otros más radicales claman por invasiones, parece que nunca vieron lo que han vivido Irak, Siria o Libia en los años recientes. Claro, a ellos no les afecta, porque viven a miles de kilómetros de distancia de nuestra Patria.
Aplaudieron las tomas ilegales y saqueo de CITGO y Monomeros, de nuestro Oro y el bloqueo de los activos del Estado en el extranjero, procurando siempre recibir contratos y benéficos aunque pírricos, unas migajas, sin importarles el gran daño que han causado a la Nación. Sus amos imperiales pretenden asfixiar a nuestro pueblo, negando el acceso de alimentos y medicinas, para luego salir ante las cámaras a exigir el fin de la dictadura.
Y cuando esos "dirigentes" logran espacios de Poder, los abandonan, no por las limitaciones económicas que nos ha tocado transitar, en medio de la crisis mundial y el despiadado ataque imperial contra Venezuela, si no porque pierden su status quo, su negocio de ser oposición.
Dr. Heryck Rangel
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