Aquel 11 de septiembre de 1973, el Presidente Salvador Allende se dirigió por radio a la nación, y culminó su alocución diciendo: “Éstas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”
El odio y la ambición de una élite, ponían fin al sueño de una sociedad más justa, más humana, un Chile de todas y todos, con todas y todos.
Pensaron que cortando las flores pondrían fin a la primavera, creyeron que matando al hombre, y aquellos miles de hombres y mujeres, acabarían con la idea.
Pero aún suena la guitarra de Victor Jara, y nunca podrán callar su canto de lucha y conciencia, aún caminan por las calles esos jóvenes que fueron torturados, asesinados y desaparecidos, porque viven en la memoria de quienes los amarán por siempre.
Cada día, con el alba renacen los sueños y la esperanza, con Allende nos inspiramos, y el mejor homenaje que podemos hacerle, es continuar su lucha y construir el Socialismo, convencidos de que más temprano que tarde se abrirán las alamedas y Chile retomará la senda que inició con Salvador Allende.
¡Viva Allende, Allende Vive!
*Heryck Rangel Hernández*
El odio y la ambición de una élite, ponían fin al sueño de una sociedad más justa, más humana, un Chile de todas y todos, con todas y todos.
Pensaron que cortando las flores pondrían fin a la primavera, creyeron que matando al hombre, y aquellos miles de hombres y mujeres, acabarían con la idea.
Pero aún suena la guitarra de Victor Jara, y nunca podrán callar su canto de lucha y conciencia, aún caminan por las calles esos jóvenes que fueron torturados, asesinados y desaparecidos, porque viven en la memoria de quienes los amarán por siempre.
Cada día, con el alba renacen los sueños y la esperanza, con Allende nos inspiramos, y el mejor homenaje que podemos hacerle, es continuar su lucha y construir el Socialismo, convencidos de que más temprano que tarde se abrirán las alamedas y Chile retomará la senda que inició con Salvador Allende.
¡Viva Allende, Allende Vive!
*Heryck Rangel Hernández*
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