Desde tiempos inmemoriales, la humanidad se ha desplazado de un sitio a otro, la ciencia ha demostrado que los primeros Homo Sapiens eran nómadas, viviendo en pequeños grupos de cazadores-recolectores que se movían constantemente en busca de alimentos. El descubrimiento de la agricultura, cambió sus dinámicas y permitió el asentamiento de estos grupos. Entonces, en lo más profundo de nuestro ADN estará siempre presente la movilidad humana, como capacidad innata de nuestra especie.
Según cifras de ONU Migración, el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970. Evidencia de que migrar no es un delito, es un derecho de la humanidad.
En la actualidad, India, México y China lideran las mayores diásporas del mundo. Más de 55 millones de latinoamericanos y caribeños son residentes de los Estados Unidos, lo que representa el 18,3% de la población estadounidense. Mientras que en Europa residen más de 3 millones de latinoamericanos, principalmente en España.
Y es fundamental que dimensionemos este fenómeno global, porque durante la última década en Venezuela vivimos una oleada migratoria, que ha pretendido ser utilizada por los enemigos de la Patria y traidores del pueblo para atacar al Gobierno Bolivariano. Quedando en evidencia que, los mismos que han promovido la migración, son quienes despliegan la narrativa de “Crisis Humanitaria”.
En lo personal, respeto a los que se fueron, pero admiro a quienes nos quedamos. La verdad es que no somos árboles, y la migración es un derecho humano fundamental, por tanto cada uno puede optar por quedarse o instalarse en otro lugar que considere le ofrecerá las mejores condiciones materiales y espirituales de vida.
Hoy, transitamos una nueva etapa de consolidación del Proyecto Bolivariano, en la que la resiliencia y resistencia de nuestro pueblo ha sido sometida a diversas pruebas, como consecuencia de los ataques multiformes del imperialismo norteamericano y su Tecnoligarquía. Y afortunadamente; una y otra vez hemos salido victoriosos.
La Gran Misión Vuelta a la Patria, política pública única e inédita en el mundo, es la mayor expresión del amor y compromiso del Gobierno Bolivariano con su pueblo, garantizando la atención y el retorno a casa de esos hijos e hijas, que en un momento decidieron ir a otros destinos, y que en su Patria siempre tendrán un lugar. Aquellos que hacían campañas con el éxodo, hoy guardan silencio ante la realidad de la vuelta a la Patria de miles y miles de compatriotas, que en Venezuela tienen su hogar, su familia y las condiciones para lograr todo lo que anhelan. Sin duda alguna, vivimos de milagro en milagro.
Dr. Heryck Rangel
06 de Diciembre de 2025.
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