Toma la foto una y otra vez, ninguna le agrada, nunca le agradan. Entonces, aplica los filtros de una de las tantas aplicaciones que prometen hacerte ver más joven, más flaco, más blanco, más ajustado a los patrones de ese ser ideal que persiguen a diario millones de personas, aunque eso signifique negarse a ellos mismos. Son tantos los filtros que cuando montan la foto o video, en la red social de moda, le llueven los comentarios de que se ve muy artificial, pero no lee los comentarios, solo les interesa acumular “like”
A unos metros un jardinero corta la hierva, quita las plantas, tala los árboles, como autómata cumple la instrucción, hay que montar la grama artificial, esa que promete la falsa ilusión de la perfección, todo es verde, bueno solo color. En el jardin perfecto no hay espacio para animales, ni mucho menos insectos, las flores plásticas, no perfuman con su aroma, ni sirven para los polinizadores.
Sale del quirófano una paciente con las mismas patologías de base que ingresó, solo que ahora tiene una “nueva” nariz, implantes mamarios y unos kilos menos gracias a la liposucción que se sometió. En la televisión vio a la mujer “ideal”, a la mujer que se quiere parecer, sin siquiera saber quien es.
Vivimos en el reino de lo artificial, donde nada es lo que aparenta en las redes, donde todo es una pose, donde nada es natural. Vivimos, o más bien se nos va la vida viendo fotos y videos en las redes sociales, que al final terminan siendo todas iguales. Pretenden cuestionar lo natural por ser supuestamente imperfecto, cuánta soberbia que niega las maravillas de la naturaleza y nos condicionan a optar por lo artificial, porque es lo que se produce en masa.
Hace unos días escuché una frase sencilla cargada de gran sabiduría: “Los niños y niñas deben soltar las pantallas y agarrar la tierra” yo agregaría deben ver el sol, caminar descalzos, descubrir la vida más allá de los videojuegos y el internet. Cada día me convenzo, de que los “realitys” que hoy abundan en las plataformas digitales, venden unas vidas imposibles, imponen tendencias, modas, patrones de consumo, estilos de vida que condenan a las grandes mayorías a vivir entre la frustración y la ficción.
Dr. Heryck Rangel
28/09/2024
Exelente Artículo volver a la tierra soltar las pantallas nos hace libres de frustración y condenas sociales
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