Hemos sido testigos durante los últimos años de una transformación profunda en los medios y formas de la comunicación, a partir del avance de las Redes Sociales.
La masificación en la generación y difusión de contenidos, ha sido decisivo para romper con la dominación de los grandes monopolios de la comunicación, democratizando la información, aunque por otro lado han proliferado laboratorios de la posverdad, al servicio de los más oscuros intereses de nuestra sociedad.
Desde el punto de vista político, las Redes Sociales han permitido acercar a los dirigentes con la ciudadanía, logrando incluso mostrar su lado más humano. En otros casos, se han configurado como una barrera, debido a la brecha tecnológica existente.
Este tiempo, es por mucho más dislocado que aquella narración de Eduardo Liendo en su obra "El mago de la cara de vidrio", ya que desde que el televisor entró al hogar de Ceferino Rodríguez Quiñones trastocó su normalidad, llevándolo a iniciar una batalla, que culminaría con su encierro en un manicomio. Nunca imaginó aquel profesor de bachillerato, que aquel mago multiplicaría exponencialmente su dominación.
Es de vital importancia, en la construcción de una sociedad nueva, que los dirigentes políticos y servidores públicos asuman con mayor responsabilidad el uso y las expresiones que transmiten en Redes Sociales, ya que son una ventana para mostrar los avances y logros de su gestión, de las acciones en pro del bienestar general e incluso fomentar valores. Hay que tener presente que estas plataformas, al igual que la política, son un medio y no un fin en si mismo.
La política debe ser profundamente ética, ya que como dijo nuestro Padre Libertador Simón Bolívar "El talento sin probidad es un azote" Es tarea de todas y todos devolverle a la política la dignidad que pretenden quitarle las Redes Sociales.
Heryck Rangel
23/01/2022.
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