Dos categorías que describen a los sectores más infames y viles de la historia política venezolana. Seres oscuros a los que difícilmente podemos llamar humanos, que están dispuestos a todo en su ambición de poder.
Tienen 25 años encerrados en su laberinto de odio; permanentemente conspirando, atentando contra la vida y la paz del pueblo venezolano. Han pedido intervenciones militares y promovido sanciones económicas. Con el mayor de los cinismos se han transado con capos del narcotráfico y jefes del paramilitarismo, llegando incluso a firmar contratos con mercenarios, en honor a la verdad, a éstos últimos los estafaron.
Se robaron miles de millones de dólares de los Fondos y Activos del Estado venezolano en el exterior, en una de las tramas de corrupción más grotescas jamás antes vistas. Recursos que según su narrativa debían usarse para atender la supuesta crisis humanitaria, terminaron en cuentas personales y paraísos fiscales.
Con la complicidad de los medios de comunicación y la élite imperial, promovieron la mayor oleada de migración de nuestra historia, creando redes de coyotes que se aprovechaban de las esperanzas de muchos inocentes.
Son los mismos que hoy aplauden las medidas fascistas contra nuestros connacionales en Estados Unidos, juegan con el dolor, se burlan y hasta celebran que estén secuestrados en una cárcel del El Salvador.
Viven una vida de lujos y excesos, incapaces de justificar el origen de sus fondos. Se les puede ver en los sitios más costosos y exclusivos de Madrid, Miami o Washington haciendo lobby, buscando nuevas conexiones para financiar sus planes de libertad.
De algo si estoy cada día más convencido, más temprano que tarde la justicia los alcanzará. Ya están identificados: Enemigos del Pueblo, Traidores de la Patria.
Dr. Heryck Rangel
06/04/2025
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