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Somos parte de la naturaleza, no sus dueños.

La cuarentena social y colectiva que estamos cumpliendo en Venezuela y en muchos países del mundo, para romper con la cadena de contagios del Covid-19, ha permitido que se detenga el frenético patrón de producción y consumo del sistema capitalista, dándole un respiro a la naturaleza.

Las primeras noticias llegaban hace unas semanas desde China, donde un análisis elaborado por Carbon brief informaba que la disminución de la actividad en el país, podría haber reducido las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) al menos en una cuarta parte.

Asimismo, hemos visto hermosas imágenes de animales retomando espacios: los ciervos en la ciudad japonesa de Nara, un jabalí corriendo por las principales calles de Barcelona-España o los pavo reales del Parque El Retiro de Madrid tomando las calles.

En Venezuela, los animales silvestres también han retomado sus espacios, y levantamos nuestra voz, por los que no tienen voz, ya que en los últimos días, se han viralizado los videos de unos pescadores capturando ejemplares de Tiburón Martillo. En otro video puede verse a un pescador en las costas del estado Sucre, montado sobre el lomo de un Tiburón Ballena, en medio de las burlas de quienes le acompañaban. Y en Caracas, mataron a una venada en Montalbán.

En medio de ésta pandemia, debemos hacernos un llamado a la conciencia, porque precisamente estamos en nuestras casas para preservar la vida. Debemos romper con el antropocentrismo del Sistema Capitalista, y respetar todas las formas de vida de la naturaleza.

Nos convoca el 5to Objetivo Histórico del Plan de la Patria, “Preservar la vida en el planeta y salvar la especie humana”. Nos convoca el amor, y el compromiso que tenemos por haber nacido y vivir en un país megadiverso. Debemos contribuir activamente a restablecer los equilibrios ecosistémicos que rompió el capitalismo y asumir que somos parte de la naturaleza, no sus dueños.

Heryck Rangel Hernández.

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