Discurso
con motivo del Día del Profesor Universitario.
Universidad
Militar Bolivariana de Venezuela.
Academia
Militar de la Guardia Nacional Bolivariana.
Caracas,
05 de diciembre de 2017.
Quiero iniciar mis palabras, dándole gracias a Dios por la oportunidad de reunirnos hoy, con motivo de celebrar el Día del Profesor Universitario, establecido así, ya que el 05 de diciembre de 1958 se efectuó la aprobación de la Ley de Universidades, que estableció la autonomía como principio rector de todas las universidades venezolanas.
El Día del
Profesor Universitario permite destacar la importante labor que ejercemos todas
y todos los educadores en la formación de nuestros futuros profesionales.
A cada uno
de ustedes mi reconocimiento, por la mística y profesionalismo, con la que
llevan la titánica labor de formar conciencia para tener patria, patria para
siempre, como nos lo orientó el Comandante Hugo Chávez en su última proclama el
08 de diciembre de 2012.
Que oportuno
es recordar aquellas palabras,
No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno,
mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo,
para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas
dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los
patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las
vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.
Sin duda
alguna 2017 ha sido uno de los años más complejos de la Revolución Bolivariana,
un año en el que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y especialmente la
Guardia Nacional Bolivariana han jugado un rol estelar en la defensa de la
Patria.
Enfrentamos
con conciencia y dignidad, un insurrección armada, que tenía como objetivo
derrocar al Gobierno Constitucional del Presidente Nicolás Maduro Moros, y con
profundo orgullo vimos el despliegue operativo de la Guardia Nacional
Bolivariana siempre respetando los Derechos Humanos de los manifestantes,
siempre garantizando su libre expresión, soportando sus vejaciones y ataques,
pero con la convicción profunda de que en democracia las diferencias se dirimen
a través del diálogo político.
Y comandando
esas acciones, estaban los profesionales egresados de nuestra Alma Mater,
hombres y mujeres valientes, incansables, y dispuestos a consagrar su vida por
la vida de la patria, por la paz de la República.
Quiero hacer
un especial reconocimiento al Ciudadano Presidente de la República, Comandante
en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Nicolás Maduro Moros, quien
demostró sus altas dotes como estadista, y logró conducir a nuestro pueblo a la
victoria de la paz, creciéndose en las dificultades, y convocando a los más
amplios sectores del país a la Asamblea Nacional Constituyente.
Parafraseando
el libro: Lecciones políticas en juego de tronos,
“La política, la economía, las normas y la cultura, son el fundamento de
todas las sociedades, desde las más primitivas, hasta las más complejas. La
economía se encarga de la reproducción, el sistema normativo de la
reciprocidad, el sistema cultural de la identidad y el sistema político de la
definición de metas colectivas y de la condición coactiva del cumplimiento de
esas normas.
(…)
Al igual que la economía tiene que gestionar la escasez –no vivir en ella–,
la política tiene que superar el conflicto –no instalarse en él–. La política,
como actividad social, sabe que el conflicto es su esencia e, igualmente, que
su cometido es superarlo”.
Afortunadamente
en Venezuela, se impuso una vez más la política, la racionalidad, la conciencia
patria. El Comandante Chávez señaló con claridad meridiana que los cambios
sociales se dan siempre antes en las conciencias, por eso es vital nuestra
acción para forjar la nueva conciencia revolucionaria en la juventud militar.
Nos
corresponde contribuir a elevar la conciencia de las nuevas generaciones, porque
como decía el Maestro Simón Rodríguez “Enseñar es hacer comprender, es emplear
el entendimiento, no hacer trabajar la memoria.” Nuestra labor diaria debe
concentrarse en esa tarea, que los cadetes comprendan la realidad compleja del
Siglo XXI, y se asuman como sujetos de transformación social.
Frente a
nosotros 2018, y los grandes retos para seguir construyendo y profundizando
nuestro modelo político, económico y social, para superar las dificultades y
concretar los cambios que requerimos para tener patria para siempre.
Uno de los
libros que a menudo suelo recomendar para elevar los niveles de conciencia, es
la novela “Así se templó el acero” del escritor soviético Nikolái Ostrovski,
quien lejos de ser doblegado por su inmovilidad y su ceguera, en 1930 emprendió
la tarea de plasmar la realidad de sus vivencias y abordar la primera etapa de
la Revolución Bolchevique, la cual hace unas semanas celebramos su centenario.
Comparto con
ustedes, un fragmento extraordinario de “Así se templó el acero”
Lo más preciado que posee el hombre es la vida. Se la otorga una sola vez,
y hay que vivirla de forma que no se sienta un dolor torturante por los años
pasados en vano, para que no queme la vergüenza por el ayer vil y mezquino, y
para que al morir se pueda exclamar ¡Toda la vida y todas las fuerzas han sido
entregadas a lo más hermoso del mundo, a la lucha por la liberación de la
humanidad! Y hay que apresurarse a vivir.
La
universidad debe ser un espacio para la formación, la investigación y la
extensión universitaria, debe estar abierta al pueblo, para junto a él buscar
solución a los grandes problemas de la sociedad. Y es la naturaleza de la
Guardia Nacional Bolivariana estar siempre junto al pueblo, por lo tanto los
profesores debemos cultivar cada día más, en los cadetes, la conciencia del
deber social.
La Patria
exige de nosotros, que demos más, a hagamos más, que tributemos más, un
profesor universitario no puede limitarse a las horas académicas, debe asumir
en toda la extensión la responsabilidad de formar para transformar.
Hoy los
invito a ver la Venezuela del 2030, del 2050, la Venezuela de nuestros hijos,
de nuestros nietos. Esa Venezuela con una economía productiva y diversificada,
con una sociedad corresponsable y participativa, con conciencia ecosocialista.
Hoy los invito a hacer esa Patria que Bolívar y Chávez soñaron, nos corresponde
forjar el futuro, no es fácil la tarea, pero quien dijo que nosotros queríamos
una tarea fácil, si hace 200 años llevamos la libertad más allá de nuestras
fronteras, hoy nos corresponde hacer irreversible la Revolución Bolivariana,
para tener patria para siempre.
¡Patria para siempre!
Comentarios
Publicar un comentario