Para intentar
comprender a la derecha venezolana, hay que adentrarse en el estudio del
Realismo-mágico, género literario caracterizado por la alteración de la
realidad con acciones fantásticas, que son narradas en un modo realista, dando
por sentado la aceptación de estos hechos como reales y verdaderos, cada decisión
y consecuente acción de la dirigencia opositora es evidencia de ello.
Hace unos
días entraron en un nuevo laberinto, que llenará nuevamente de rabia y
frustración a sus seguidores, han convocado la realización de un plebiscito,
figura que no aparece en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) y por lo tanto su resultado no tendrá efectos vinculantes para
el Estado venezolano, ni la sociedad. Y sí eso no fuese suficiente han
pretendido usurpar las funciones del Poder Electoral, asumiendo la impresión de
los cuadernos electorales, y decidiendo los puntos donde los opositores pueden
ir a manifestarse este domingo 16 de
julio de 2017, afirmando que se desencadenará “la hora cero” Por cierto que
hasta ahora, ninguno de los voceros de la derecha ha dado detalles de qué
significa eso de “hora cero”.
¿Para que
consultar lo evidente? A nivel nacional e internacional se conoce que la
oposición venezolana está negada a la Constituyente, como también lo estuvo en
1999 cuando el Presidente Hugo Chávez la planteó. Entonces ahora resulta que
ellos defienden la Constitución a la cual votaron NO en 1999, derogaron en 2002
y siempre han atropellado. ¿Alguien puede explicarme semejante contradicción?
Bueno,
nuestra oposición está llena de profundas contracciones, vale la pena recordar
que a lo largo del año 2016 muchos de sus dirigentes plantearon en los
diferentes medios de comunicación y redes sociales que debía convocarse a una
Asamblea Nacional Constituyente. Lo que no es comprensible es que cuando el
Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás
Maduro Moros, enmarcado en los Artículos 347, 348 y 349 de nuestra Carta Magna,
activa la convocatoria a la Constituyente, la oposición en vez de asumirlo como
una victoria política, decida no participar en ese extraordinario espacio de
diálogo ciudadano.
Y refiero
de nuevo al realismo mágico, ya que su característica más distintiva es que el
tiempo es distorsionable y los acontecimientos no suelen sucederse en forma
lineal. A ver si aclarado esto, podemos entender cómo en medio de la compleja
situación política que han venido generando los factores de la derecha, planteen
usar una figura inexistente en la Constitución para salvar la Constitución,
¿por qué pretender impedir la realización de la Constituyente, que sí aparece
en la Constitución?.
Sin duda
alguna, cada día es más necesario para Venezuela contar con una oposición
comprometida con la democracia, responsable y constructiva, que se aleje de la
agenda golpista y reconozca al chavismo como una fuerza política histórica. Ya
que mientras sus dirigentes vivan en la negación de la realidad, van a seguir
perdidos en su laberinto.
Heryck Rangel Hernández
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