“¡Paren el mundo, que me
quiero bajar!” frase inolvidable de Mafalda, que de vez en cuando uno evoca, y
más cuando vemos las diferentes realidades que atentan contra la vida. El
sistema capitalista voraz y depredador no se detiene, y quisiera ilustrarlo con
dos casos:
Premio
Transgénico: El pasado 19 de junio, se dieron a conocer
los ganadores del Premio Mundial de la Alimentación 2013, lo que algunos llaman
el Nobel de Agricultura, que se otorgó a tres ejecutivos de compañías de la
industria transgénica, Robert T. Fraley, vicepresidente ejecutivo de Monsanto y
director de tecnología, compartirá los 250 mil dólares del Premio Mundial de la
Alimentación con los científicos Mary-Dell Chilton de Syngenta y el tercer galardonado
ha sido Marc Van Montagu de la Universidad de Gante (Bélgica), autores de un
método que permite insertar genes ajenos en las plantas, y que promueven un
modelo agrícola que genera hambre, pobreza y desigualdad. La elección del
Premio Mundial de la Alimentación 2013 es una afrenta, al creciente consenso
internacional sobre prácticas agrícolas seguras y ecológicas que han sido
probadas científicamente para promover la nutrición y la sustentabilidad. En
Venezuela la Revolución Bolivariana ha dado ejemplo en la lucha contra el
hambre, promoviendo la agroecología y fomentando la agricultura urbana y
familiar, a la par de establecer redes para el acceso solidario a los alimentos;
para seguir avanzando en nuestra patria debemos proscribir a la Monsanto, y
cerrar las grietas por donde pueda intentar colarse. El pueblo sabio reafirma:
¡NO A LOS TRANSGÉNICOS!
El otro caso que debemos
estar atentos se desarrolla al otro lado del planeta, el Ecocidio japonés: La Central Nuclear de Fukushima vuelve a ser
noticia, recientemente la japonesa Tokyo Electric Power (TEPCO) ha reconocido
que, diariamente se vierten al Océano Pacífico 300 toneladas de agua
radioactiva. Un ecocidio inconmensurable, que es asumido por la empresa y el
gobierno nipón como una externalidad consecuencia del accidente nuclear
ocurrido en 2011. Desde ésta trinchera hacemos un llamado a todos los
movimientos ambientalistas y ecosocialistas a unir y levantar nuestras voces
para que la CELAC, UNASUR y ALBA se pronuncien contra el ecocidio japonés. La
lógica absurda del capitalismo ha hipotecado nuestro futuro en su afán de
acumulación.
¡Cambiemos el sistema, luchemos por el
futuro!
Heryck
Rangel Hernández
@hrangel5
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