He
dedicado varias horas de estudio y reflexión a la Propuesta del Candidato de la
Patria Comandante Hugo Chávez para la Gestión Socialista 2013-2019, un
documento que debemos leer todos los venezolanos, independientemente de la
posición política que se tenga, especialmente los jóvenes.
Son cinco los
objetivos históricos que se plantean; I.-Defender, expandir y consolidar el
bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la Independencia
Nacional. II.-Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI,
en Venezuela, como alternativa al
sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor
suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de
felicidad” para nuestro pueblo.III.-Convertir a Venezuela en un país potencia
en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de
América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz
en Nuestra América. IV.-Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica
Internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que
permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la Paz planetaria.
V.-Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana.
Quiero
detenerme a disertar sobre el quinto objetivo, en principio por mi militancia
ecosocialista, y además porque ha sido objeto de la más absurda crítica y hasta
burla por parte de sectores de la derecha venezolana, quienes dejan en evidencia
el desprecio que sienten hacia la vida y la humanidad.
Asumir
preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana, reafirma una vez
más el carácter Ecosocialista de la Revolución Bolivariana. Y demuestra que
estamos conscientes y convencidos de la necesidad de actuar en lo local para
incidir en lo global, como lo demuestra la Misión Árbol. Hoy la humanidad vive
una crisis sistémica que condena a miles de millones de seres humanos a la
muerte, como consecuencia de la voracidad capitalista. No podemos quedarnos
como simples espectadores o cómplices silenciosos del sistema, tenemos que
actuar y cambiar los patrones de producción y consumo imperantes. Tenemos que
replantear nuestra relación con la Pachamama, y no podemos postergarlo más.
Heryck Rangel
Hernández
Caracas
heryck@gmail.com
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