El imperialismo estadounidense y sus socios europeos han iniciado una nueva guerra; esta vez con la excusa de proteger a la población civil de Libia, paradójicamente, los ataques de la coalición han enlutado a cientos de familias inocentes, en las últimas horas.Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reiteradamente son cómplices en una acción contra los dere chos humanos, y contra la dignidad de los pueblos del mundo. Bien decía el pensador socialista francés, Jean Jaurès: “El capitalismo trae en sí mismo la guerra como la nube trae la tormenta.” Ayer, fue Afganistán e Irak, hoy es Libia.
La línea conectora entre todos esos conflictos es la voracidad imperialista y su necesidad de apropiarse de los recursos naturales, especialmente del petróleo. Libia es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y posee las mayores reservas probadas de petróleo en África, unos 41.464 mil millones de barriles a finales de 2007 o 3,34% de las reservas del mundo. Asimismo, es el mayor productor de petróleo de África y uno de los mayores proveedores de petróleo de Europa, ya que su ubicación geopolítica le da una ventaja comparativa al ser una fuente cercana, oportuna y rentable. Adicionalmente, en Libia los costos de producción son muy bajos y los yacimientos petrolíferos están cerca de las refinerías.
Según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México “se estima que la población de países desarrollados consume 21 veces más energía per cápita que aquella que habita en naciones de bajos ingresos.” Estados Unidos consume la mitad de la producción mundial de gasolina (estimada en 2007 en 1.3 billones de litros.)
Llama poderosamente la atención que el imperialismo se preocupe con mayor intensidad por la situación de los derechos humanos y la democracia en los países con altos niveles de reservas petroleras, que no están dentro de su ámbito de influencia.¿Por qué no son tan enérgicos los esfuerzos de Estados Unidos por democratizar y proteger los derechos humanos en Arabia Saudí o Bahrein? Los pueblos del mundo somos víctimas de la tiranía del capital: levantamos nuestras voces contra el imperialismo y la guerra, y a favor de la paz.
Heryck Rannyer Rangel Hernández
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